Una vez lo tenemos todo preparado, nos ponemos en marcha.
Debemos ir redondeando la pieza, pero también hemos de ir pensando en la parte posterior, ya que debemos preparar cómo sujetar la pieza para proceder al vaciado del cuenco. Así que debemos redondear la base del cuenco preparando una extensión que podamos usar con el plato de garras.
Como podemos observar, aparecen varias imperfecciones debido al secado de la madera, pero son poca cosa, y podemos arreglarlo sin problemas.
Una vez hemos terminado la parte exterior, podemos darle la vuelta y comenzar el vaciado. Lo primero que hago es taladrar un agujero central, midiendo la profundidad que queremos darle al vaciado. Esto lo hago colocando un portabrocas en el punto de arrastre y siempre a poca velocidad (entre 100 y 250 rpm). Yo utilizo una broca de madera de 8mm.
Una vez está hecho el agujero, ya se puede vaciar. Para esto, utilizo la nueva herramienta que adquirí en http://www.tornyfusta.com/ que consta de un raspador fino para vaciados que va estupendamente. Con una madera como esta vamos raspando sin problemas como si fuera mantequilla.
En la próxima entrega, veremos cómo va quedando (con cambios sobre la marcha)
Vuelta Vieja 